Por James Bishop
Mi intención aquí es tocar brevemente los problemas que tienen los ateos al explicar el inicio del universo, especialmente por sus explicaciones propuestas.
El comienzo de nuestro universo es evidentemente preocupante para los ateos a juzgar por sus respuestas. Para empezar, el razonamiento filosófico demuestra que no es posible tener un regreso infinito de los acontecimientos pasados. Junto con la evidencia científica persuasiva de la expansión cósmica y la segunda ley de la termodinámica, no necesitamos dudar de que el universo tenía su principio finito en el Big Bang.
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Mi intención aquí es tocar brevemente los problemas que tienen los ateos al explicar el inicio del universo, especialmente por sus explicaciones propuestas.
El comienzo de nuestro universo es evidentemente preocupante para los ateos a juzgar por sus respuestas. Para empezar, el razonamiento filosófico demuestra que no es posible tener un regreso infinito de los acontecimientos pasados. Junto con la evidencia científica persuasiva de la expansión cósmica y la segunda ley de la termodinámica, no necesitamos dudar de que el universo tenía su principio finito en el Big Bang.
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